Aventuras Malaga
Aventuras Malaga.
El Barranco de Lentegí es uno de los clásicos de Granada, casi tan famoso como el Río Verde.
Muy cerca de la Costa Tropical, su recorrido da para una jornada divertida y de nivel fácil, ideal para refrescarse y pasarlo bien en verano.
Es un barranco muy completo porque tiene un poco de todo:
destrepes, saltos, rápeles y toboganes. El entorno es muy bonito y hay un par de cavidades en el recorrido.
El plato fuerte es el final de tramo, rapeleando por la cascada de La Narizota de unos 25 metros.
INFORMACIÓN TURISTICA
Bella localidad con calles estrechas y empinadas situada en la falda sur de la Sierra de Almijara.
Cuenta Lentejí con un paisaje montañoso escarpado y espléndido, con zonas de pinar y plantas aromáticas, con fuentes y manantiales.
Este entorno es bueno para la práctica del senderismo y otras actividades al aire libre.
Desde los parajes de Entresierra y las cortijadas de Aguas Blanquillas y Guardajama se puede disfrutar de magníficas vistas. En Guardajama hay una fuente de agua fresca que surte a toda la vega de los alrededores.
GASTRONOMÍA
La gastronomía de esta localidad aprovecha y mezcla los productos subtropicales que se cultivan en la zona con los productos tradicionales.
Entre los subtropicales, el fruto por excelencia en el municipio es el níspero, aunque también se cultivan el aguacate y la chirimoya, y en menor escala, y casi para el abastecimiento de la población otras frutas y hortalizas.
Por lo que respecta al secano, hay plantaciones de almendros y olivos, que dan un aceite excelente para el consumo casero.
HISTORIA.
Aunque no existen referencias históricas de su origen, Lentejí debió conocer la presencia de los fenicios y los romanos, aunque sus primeros habitantes se remontan mucho más allá al haberse encontrado en la zona conocida como Los Caserones un yacimiento arqueológico datado en el Neolítico.
Durante la época árabe gozó de prosperidad que finalizó con la llegada de la Reconquista a finales del siglo XV, la rebelión de los moriscos en el XVI y la expulsión de éstos, con el consiguiente despoblamiento que provocó en toda la zona y la posterior repoblación con cristianos viejos en el reinado de Felipe II.